domingo, 26 de marzo de 2017

St Rieul Bière Ambrée Sur Lie

MARCA: St Rieul
MODELO: St Rieul Bière Ambrée Sur Lie
ESTILO: Ambrée (7%)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Fundada en 1998, y por lo tanto a punto de celebrar su 20º aniversario, la Brasserie St Rieul se encuentra en una granja familiar de Trumilly, una pequeña población de apenas medio millar de habitantes escondida en la antigua región de Picardía. Su catálogo abarca los tipos de cerveza que se elaboran habitualmente en las fábricas francesas, es decir Blanche, Brune, Blonde, etc, y además es de las pocas que comercializan una Bière de Mars. La que voy a comentar hoy es su Ambrée, recomendada por La Cave à Bulles.

Tiene un aspecto sobrio, de color marrón intenso, anaranjado al trasluz, cubierta por una espuma blanca grisácea. A través del líquido velado se observan escasas burbujas que no llegan a ser capaces de mantener demasiado tiempo la espuma, y esta se reduce hasta quedar tan solo una membrana. En nariz queda claro que no han escatimado con el grano, y la entrada la marca un intenso perfume de malta dulce tostada, caramelo denso, notas de mazapán y algo de frutos secos. La fruta tampoco escasea, principalmente manzana golden madura, melocotón y algún toque de naranja algo achiclada, que se ensamblan a la perfección con el resto del aroma. El lúpulo floral, con un incisivo punto de especia, parece cultivado de propio para esta cerveza y sella de forma magistral el conjunto, quedando suaves recuerdos de miel en un segundo plano.

El sabor tiene un patrón muy similar, malta dulce tostada, mucho toffee y caramelo por un lado que se funden con las frutas antes mencionadas, aunque con más melocotón y naranja, quedando la manzana en un segundo plano junto a suaves notas de mango y recuerdos de canela y miel. A su paso incluso se potencia, llena toda la boca de sabor, y su cuerpo consistente hace que quede bien agarrado. Final de amargor muy moderado, con lúpulo cítrico y floral, bien cargado de especias, sobretodo clavo y canela, y un punto de levadura. Queda un regusto eterno con un agradable calorcillo alcohólico, y la preocupación porque la botella se va a acabar antes o después. Cerveza perfectamente afinada, ni el más mínimo detalle se escapa al control del maestro cervecero... evidentemente, si se tiene a tiro la recomendación es absoluta.

NOTA:

jueves, 16 de marzo de 2017

3 Monts Grande Réserve

MARCA: 3 Monts
MODELO: 3 Monts Grande Réserve
ESTILO: Bière de Garde Ambrée (9'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Esta versión gran reserva de la sensacional 3 Monts salió al mercado francés a mediados del año 2013 sin tan apenas información que la acompañase. Han pasado 4 años desde entonces y por desgracia seguimos sin saber gran cosa sobre ella, aparte de que está elaborada con maltas del Norte de Francia. Tuve la suerte de encontrar esta botella en formato de 75 cl hace alrededor de un año y la disfruté enormemente junto con los compañeros de la Cofradía del Lúpulo, y no dudé en cogerla cuando la vi en un supermercado durante mi estancia en París, además en un formato mucho más apropiado para una sola persona.

Su color es pardo anaranjado, tan cristalina como su compañera rubia. Forma una generosa capa de espuma blanca de burbuja media que en unos minutos se reduce hasta quedar un anillo con una isla central. Carbonatación se ve bastante poca. En nariz es una bomba de malta tostada y caramelo, densa como el sirope, rebosante también de frutos secos. Se entremezcla con intensa naranja licorosa, más suave albaricoque, melocotón, algún recuerdo de piña muy madura y dejes de miel. El lúpulo floral se hermana con la miel, y se suma un soplo de alcohol especiado, quedando un perfume muy robusto y penetrante, más de lo que recordaba.

En boca no se modera, sigue siendo superlativa. En el primer momento entran en tromba caramelo, malta, potentes tostados y frutos secos, quedando en un segundo plano la fruta, irremediablemente eclipsada a pesar de su potencia. Destacan naranja y mandarina, más leve albaricoque y mínimo melocotón. Final de amargor marcado; el alcohol, cálido y un poco picante, es evidente pero está bien integrado con la fruta y el lúpulo floral. Cuerpo completo, textura oleosa, al terminar su recorrido por la boca deja un largo regusto que puede recordar en cierta medida al cointreau. No es tan espectacular como 3 Monts original, y me ha dado la impresión que en formato de 33 cl es también algo inferior a la de botella de 75 cl, está menos equilibrada y el alcohol es más evidente. No obstante es una gran cerveza, como todo lo que sale de Saint-Sylvestre, lo único que hay que tomarla con precaución.

NOTA:

domingo, 12 de marzo de 2017

Tienda en París: La Cave à Bulles

Como creo haber comentado en el Twitter del blog (aunque se podría haber sospechado por el abrupto desembarco de referencias francesas en el blog), mi empleo me ha llevado a tener que pasar los meses de febrero y marzo del 2017 en París. Me pareció además una muy buena oportunidad para explorar la escena cervecera francesa, evidentemente no todo iba a ser trabajo, así que el primer día que tuve libre hice una revisión de las tiendas de cerveza de París para decidir a cuál iba ir a abastecerme.

Lo primero que vi es que el número de locales de este tipo es inabarcable y al final, por estar centrada principalmente en cervezas francesas y por ser además una de las más reputadas, opté por La Cave à Bulles, localizada en 4ème Arrondissement, muy cerca del Centro Pompidou. Es verdad que era sábado por la tarde y es una zona céntrica, pero me sorprendió lo abarrotada que estaba: no cabía un alfiler. Sin embargo yo iba resuelto a salir de allí con cervezas así que me abrí hueco como pude hasta las estanterías, repletas de botellas francesas, la mayoría desconocidas para mí, y alguna referencia extranjera.

Al instante uno de los encargados se aproximó a mí para preguntarme si necesitaba ayuda, y como respecto a micros francesas yo no tengo mucha experiencia y sí que he tenido varias decepciones grandes, decidí que fuese él libremente quien eligiese las cervezas que me iba a llevar. El sueño de cualquier vendedor de cerveza, vamos. La verdad es que la atención y el trato fueron exquisitos, y me quedó claro que quien me aconsejó dominaba el producto al detalle y además le apasionaba, pocas veces he recibido explicaciones tan precisas y entusiastas. Al final me planté en casa con una colección de cervezas de estilos muy variados elaboradas en distintos puntos del país y, como he ido comprobando durante las últimas semanas, de un nivel muy alto.

A este local sólo le veo un punto negativo y son los precios, excesivamente elevados incluso para París. Para la mayor parte de las cervezas francesas es fijo: 4 euros la botella de 33 cl, 5 euros la botella de 50 cl y 7 euros la botella de 75 cl, aunque hay algunas fábricas que pueden tener un coste un poco superior. Las extranjeras varía según la marca, y también hay algunas cajas con botellas en oferta, que por lo general suele significar 1 euro menos en el precio fijado. Si merece la pena o no dependerá de la opinión de cada uno; a mí, puesto que era una compra pequeña y es poco tiempo el que voy a estar en la ciudad, no me importó, aunque sí que recomendaría pasar también por las otras tiendas de la ciudad, igualmente cargadas de referencias interesantes y con precios más comedidos.


TIENDA: La Cave à Bulles
DIRECCIÓN: c\ Quincampoix, 45
LOCALIDAD: París
PAÍS: Francia

sábado, 11 de marzo de 2017

Volcelest Brune

MARCA: Volcelest
MODELO: Volcelest Brune
ESTILO: Brune biológica (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Las historias de las nuevas fábricas de cerveza se suelen parecer bastante, y suelen tener que ver con dos o más amigos que hacen cerveza en casa desde hace un número de años determinado (a veces la cantidad de tiempo se exagera), y que por algún motivo, habitualmente un infortunio, deciden dedicarse a ello profesionalmente. Lo que no vemos muy a menudo son casos como el de Emmanuel Rey, con una dilatada experiencia en la elaboración de vino y que, sin embargo, durante una temporada de trabajo en los Estados Unidos quedó encandilado con el fenómeno de las microcerveceras de este país y decidió montar la suya propia en Francia. Así, en el 2008 comenzó la actividad de la Brasserie de la Vallée de Chevreuse, fundada en la comuna de Bonnelles, al Sur de Versalles, junto al parque natural con el que comparte el nombre.

Se trata de una cerveza de color roble, con un bonito rubí brillante al trasluz. La espuma beige abundante y compacta, de espuma fina, se reduce rápidamente a una capa de un par de milimetros, que no obstante queda en la superficie largo tiempo. Sorprende que se la califique como una Brown Ale cuando su aroma no podría ser más belga. Es intenso, con una base dulce de malta tostada, caramelo, chocolate con leche y algo más suave frutos secos, sobre la que surge la fruta oscura madura, principalmente ciruela e higos, también suave plátano y algo de cereza. De fondo quedan notas de azúcar moreno y suaves recuerdos de té inglés, mientras el lúpulo noble pone la guinda con un delicado perfume floral un poco especiado.

En boca lo que más llama la atención es la fruta roja, con cerezas, moras y frambuesas que aparecen en el inicio del trago, y se entrelazan con la malta tostada, los frutos secos y el grano. El dulzor es mucho más comedido de lo que sugería el aroma, y eso es algo que yo siempre agradezco. Densidad y textura perfectas para el estilo, con un paso por boca ágil pero rebosante de sabor. El final presenta un amargor marcado, un poco áspero, con cítricos y algo de hierba del lúpulo, suaves frutas del bosque, un deje tostado y un punto de alcohol que se confunde con la especia picante. Me ha parecido un buen ejemplo de tostada belga, compleja y armoniosa, aunque centrando el sabor en matices algo menos dulces de lo habitual. Atacadla sin miedo, pues a pesar de ser Bio no se le puede reprochar sencillez o monotonía. 

NOTA:

domingo, 5 de marzo de 2017

Deck & Donohue Makkuro Extra Porter

MARCA: Deck & Donohue
MODELO: Deck & Donohue Makkuro Extra Porter
ESTILO: Porter (5'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: El estadounidense Thomas Donohue y Mike Deck, natural de Alsacia, se conocieron en la Universidad de Georgetown en el año 2002. Surgió entonces una amistad que se vio reforzada con los sólidos cimientos de la pasión por la cerveza (esto me resulta familiar), y esto les ha llevado a realizar múltiples viajes juntos a distintos templos cerveciles como puede ser el Great British Beer Festival, la abadía de Westvleteren, etc. Además, Thomas ha trabajado durante los últimos años en varias cerveceras estadounidenses. Finalmente tomaron la decisión de montar su propia fábrica, el norteamericano se trasladó a Europa y en el 2014 la actividad de Deck & Donohue, establecida en Montreuil, al Este de París.

La cerveza que comento hoy fue también recomendación de La Cave à Bulles, y se trata de una Porter de baja graduación alcohólica con lúpulo Polaris. Como se puede imaginar es negra y muy opaca, y la protege una espuma marrón grisácea, abundante, resistente y, sobretodo, con un encaje impresionante que sirve de testigo del nivel que ha alcanzado en el momento del servicio. El aroma es sin duda alguna inesperado, y es que desde el primer instante asalta un torrente de lúpulo con fruta tropical, melocotón, picante, hierba y un afilado punto de pino y menta. Muy por detrás queda malta, sirope de chocolate, caramelo, y llega a notar el torrefacto en forma de café y olivas negras, no obstante todos estos matices quedan eclipsados por el lúpulo.

En boca es similar o incluso más descontrolada. La entrada está anegada con toneladas de pomelo, hierba y pino, con bastante carga de especia. Hacia el final se intuye algo de la malta, un poco de fruta, surge un amargor bastante seco, y es allí donde parece salir a la superficie café, regaliz negro y picante, que se engancha en la lengua. Quedan los sabores de los tostados en el regusto, aunque envueltos en cítricos, pino y resina. La elaboración es buena: la textura es agradable, el cuerpo está bien ajustado... pero la sobrecarga de lúpulo destroza el conjunto y elimina cualquier complejidad. El equilibrio es importante.

NOTA:

jueves, 2 de marzo de 2017

Page 24 Réserve Hildegarde Blonde

MARCA: Page 24
MODELO: Page 24 Réserve Hildegarde Blonde
ESTILO: Bière de Garde (6'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Continúo con las cervezas francesas, tanto por gusto como por necesidad, con una fábrica que se puede considerar un clásico moderno: la Brasserie Saint Germain. Fue fundada por Vincent, Stéphane y Hervé en el año 2003 en un pueblecito de Nord-Pas-de-Calais llamado Aix Noulette. Desde el primer momento emplean en la elaboración sólo materias primas de esta región y, de hecho, todas sus cervezas de la línea Page 24 llevan únicamente lúpulo producido por la coperativa Coophounord, en Berthen. La que comento hoy forma parte de este grupo, y es posiblemente la más galardonada: Réserve Hildegarde.

Su color dorado algo apagado, con escasos reflejos anaranjados. La carbonatación es tan potente como uno espera de este estilo, y gran cantidad de burbujas suben a toda velocidad hasta chocar con una espuma blanca de burbuja diminuta, no demasiado generosa pero sí muy persistente. El aroma es clásico, bien cargado de lúpulo noble alemán tan floral como herbal. Queda un fondo de malta, grano crudo, masa de pan y abundante fruta, principalmente manzana golden, membrillo, suave plátano y un toque de limón ácido y especiado. El alcohol se intuye, aunque no se percibe con claridad. Recuerda bastante a Duvel, aunque eso sí con bastante menos alcohol.

La carbonatación ayuda a mantener el cuerpo en su sitio a su paso por boca, la verdad es que es muy redonda. La entrada está dominada por malta dulce, cereal, grano y un sutil toque de caramelo. Poco a poco envuelve la fruta, con intensas notas de manzana golden, pera, algo más discreto membrillo, a lo que se suman leves recuerdos de miel y restos de levadura. Final de amargor marcado, floral y algo herbal, con suave especia picante, fruta y un medido calor alcohólico bien compensado. Una Bière de Garde de libro; sabrosa y con cuerpo, la levadura de alta fermentación le da la frutalidad habitual del estilo pero no es nada dulzona y, si bien el alcohol aflora al final, está perfectamente compensado. Da la sensación de estar ante una fábrica de dilatada experiencia, cuando la verdad es que no llevan ni quince años en activo. 

NOTA:

martes, 21 de febrero de 2017

Goutte d'Or 3 TER


MARCA: Goutte d'Or
MODELO: Goutte d'Or 3 TER
ESTILO: Tripel con café (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: La Goutte d'Or es una zona de París situada al este del hermoso Montmartre y además, desde el año 2012, es también el nombre de una de las primeras microcerveceras de la capital francesa, establecida evidentemente en este barrio. Su fundador, Thierry Roche, tuvo que abrirse paso en una ciudad inundada de productos de grandes cerveceras, y la prueba de su éxito es que ahora mismo es fácil ver cualquiera de sus más de 15 elaboraciones en las estanterías de los comercios parisinos. La cerveza que voy a comentar hoy fue una recomendación de la Cave à Bulles, y dentro del catálogo de la fábrica posiblemente sea la que me resulta más interesante, una Tripel elaborada con café, cuyo nombre hace referencia a la dirección de la cafetera con la que han colaborado para llevarla a cabo: Café Lomi.

Es de un color pardo anaranjado, muy brillante y poco turbia, con una carbonatación potente que da paso a una espuma generosa, aunque esta desaparece con rapidez. Es una cerveza muy aromática, con una contundente base de malta dulce, miel y frutas maduras, a la que en seguida se suma el lúpulo y aporta intensas notas de mango y maracuyá, algo más suaves cítricos y piña, con un deje picante. Lo que descoloca por completo es cuando irrumpe el café, con su perfume torrefacto e incluso ligeramente ahumado, y que no obstante encaja con el resto de aromas mucho mejor de lo que cabría esperar, no resulta nada estridente.

A estas alturas uno se queda un poco desconcertado, pero la verdad es que la mezcla funciona francamente bien en nariz, y en boca incluso mejor. La entrada está dominada por malta dulce, suave miel, y frutas maduras como melocotón o albaricoque. El lúpulo provoca la transformación hacia un perfil más cítrico, más tropical, mientras genera un amargor cuya sequedad se funde con el sabor del café, que se cuela poco a poco en el sabor. El final es una mezcla de todos estos matices: café, frutas tropicales, cítricos, suave pino y humo, y mucha especia picante, para derivar en un regusto largo con un agradable calor alcohólico. Tanto por originalidad como por destreza en la elaboración es una cerveza para quitarse el sombrero. Si a alguien le apetece experimentar y a la vez disfrutar (que inquietante queda esta frase, da ganas de decírsela a un niño llevando gabardina y gafas de sol) y casualmente está por París, esta es una opción difícil de mejorar.

NOTA: