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miércoles, 12 de octubre de 2016

Lindeboom Oud Bruin

MARCA: Lindeboom
MODELO: Lindeboom Oud Bruin
ESTILO: Brune (3'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En Neer, un pequeño pueblo de unos 3.500 habitantes situado en el Sureste de los Países Bajos, se encuentra la fábrica de cerveza Lindeboom. Esta fue fundada en 1870 por Willem Geenen, un hombre dedicado hasta entonces a la agricultura, y en el momento actual sigue en manos de sus descendientes. Cuentan en su catálogo con 13 variedades de cervezas distintas agrupadas en 3 marcas, Lindeboom, Venloosch y Gouverneur, y la que yo voy a comentar es su supuesta Oud Bruin

Era difícil dejar escapar la oportunidad de comprar una botella de este estilo tan esquivo, y sin embargo creo que ha sido la mayor decepción cervecera de este año, quizá potenciada además por ser totalmente inesperada. El color es muy oscuro, pero no decir negro mate, y quedan en superficie apenas unos restos de espuma de color ceniza. Su aroma es muy dulce, similar al de una Doppelbock como EKU 28, repleto de denso caramelo, sirope, malta tostada y toneladas de fruta, sobretodo ciruela madura y pasas. Tiene no obstante un toque balsámico muy leve, con una mínima acidez, que hace que inicialmente pueda cuadrar con una Oud Bruin, aunque es cierto que tendría que ser mucho más evidente en el sabor.

Por desgracia no es así. En boca el dulzor está totalmente descontrolado, resulta  muy empalagosa y tampoco tiene cuerpo para soportarlo. Se presenta como malta tostada, una cantidad de caramelo y sirope insoportable, recordando a gominolas o Coca-Cola que ya ha perdido el gas. Muy ligera, el trago es planísimo y el final se desvanece en la nada. Respecto a la acidez detectada en nariz, aquí está desaparecida por completo. La impresión final es catastrófica, es una cerveza monodimensional, muy industrial y que parece difícil catalogar como una Oud Bruin. Salvo que alguien de confianza me diga lo contrario, evitaré tanto esta cerveza como el resto de productos de la fábrica.

NOTA:

jueves, 1 de septiembre de 2011

Landskron Pupen-Schultzes Schwarzes

MARCA: Landskron
MODELO: Landskron Pupen-Schultzes Schwarzes
ESTILO: Schwarzbier (3'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Este verano he cogido la costumbre de pasar la tarde del Domingo en la terraza, con un libro y una cerveza como inestimables compañeros, gozando así de un poco de relax tras la dura semana de trabajo que le precede. Casi flotando subí este fin de semana a mi silla habitual, con Roa Bastos en una mano y una desconocida Schwarzbier alemana en la otra, dispuesto a disfrutar de ambos. Me enteré ya por la noche, investigando un poco por la red, que la enigmática cerveza, cortesía por supuesto de Michael, estaba elaborada en una fábrica de 150 años de historia emplazada en la localidad "casi checa" de Görlitz... y digo casi checa porque solo con bajar la calle ya están en este país. Afortunados que son algunos...

Centrándonos ya en la cerveza, hay un dato terrorífico acerca de ella que yo descubrí una vez la hube terminado, pero que no puedo evitar revelar sin más dilación: uno de los ingredientes que figuran en la etiqueta es sacarina. ¿Con qué fin? No tengo ni idea, solo puedo decir que es la primera vez que me encuentro algo así, y aseguro que sus efectos son devastadores. Como se puede imaginar conociendo este dato la cerveza no era, ni mucho menos, ortodoxa en el estilo, por supuesto era muy oscura pero la espuma duraba apenas segundos. Por suerte su aroma mantenía un nivel aceptable, supongo que gracias a su levedad, dejando percibir muy suaves notas de malta torrefacta y café, acompañadas de mínimo caramelo y apenas un roce de humo.

Es sobretodo en el sabor donde la situación se vuelve insostenible, desde el momento de servirla comienza mal, excesivamente melosa con una especie de mezcla de caramelo, té negro, toffee, azúcar moreno, y a cada minuto que pasa el dulzor se va acentuando dando finalmente una sensación pastosa. Y si había alguna esperanza de que el café o el torrefacto sirviesen para equilibrar no se da el caso porque están ausentes, dejando una cerveza plana, empalagosa y desagradable. Me cuesta entender qué futuro puede tener en un país donde puedes encontrar Köstritzer en casi cualquier supermercado, pero bueno, igualmente la recomiendo para los amantes de las emociones fuertes. Además no mucha gente puede decir que ha probado una cerveza con sacarina.

NOTA: